El ajedrez es un juego muy competitivo, en el que dos personas se enfrentan entre sí. Solo una puede ganar. Esto evoca los viejos duelos a muerte, solo que de manera mucho más civilizada, como es evidente. Pero el objetivo es el mismo: darle jaque mate al contrincante. No debe extrañar, pues, que el ajedrez sea un juego tan íntimamente relacionado con los sistemas de clasificación. Y precisamente de todo esto vamos a hablar a continuación.
Las clasificaciones, fundamentales en el mundo del ajedrez
Los sistemas de clasificación en el ajedrez se emplean para valorar la fortaleza y el nivel de un jugador, en función de su rendimiento frente a otros jugadores. Los utilizan organizaciones como la Federación Española de Ajedrez, a nivel nacional, o la prestigiosa Federación de Ajedrez de Estados Unidos o la Federación Inglesa de Ajedrez a nivel internacional. También la interesante modalidad a distancia o postal apuesta por las clasificaciones de jugadores, con el auspicio de la Federación Internacional de Ajedrez por Correspondencia.
La mayoría de los sistemas de clasificación se utilizan para recalcular las clasificaciones después de un torneo, pero algunos se utilizan para recalcular las clasificaciones después de partidas individuales o de partidas simultáneas de ajedrez. Los principales portales de ajedrez online, como el popular caso de Chess.com, cuentan con sus propios sistemas de clasificación para sus jugadores. Se trata de una de las grandes webs para jugar al ajedrez y cuenta con aplicación Android e iOS. Imprescindible.
En casi todos los sistemas, un número más alto en la tabla refleja un jugador más fuerte. Es decir, las puntuaciones de los jugadores suben y bajan en función del desempeño de los jugadores. El número de puestos que suben o bajan se calcula en función de las puntuaciones obtenidas por sus oponentes.
Hoy en día, el sistema de clasificación Elo es el más utilizado para medir el rendimiento de los jugadores de ajedrez. Tiene su fundamento en la estadística y su objetivo es hallar la habilidad relativa de los jugadores de juegos como el ajedrez. Su curioso nombre procede de su creador, el profesor americano de origen húngaro Arpad Elo. Es decir, no hay aquí acrónimo alguno, contrariamente a lo que piensan todavía muchos aficionados al ajedrez.
Otros juegos que cuentan (y que no cuentan) con sistemas de clasificación
El póker es uno de los juegos que más recuerda al ajedrez en lo que a clasificaciones se refiere. Al tratarse de otro juego de suma cero, altamente competitivo, y que también se organiza en torneos, el factor ranking es enormemente relevante. Las clasificaciones del póker también son importantes porque abren las puertas a torneos con premios cada vez mayores. Así, todo jugador que aspire a jugar en un torneo con premios millonarios deberá haberse curtido antes con éxito en los torneos de categorías inferiores. Algo parecido al caso del póker sucede también en otros juegos más deportivos, como puede ser el tenis.
Cabe destacar que, a veces, no es necesaria la existencia de ningún sistema de clasificación, por la propia naturaleza del juego. Un ejemplo: el caso del juego de cartas blackjack. Al enfrentarnos al crupier y saber si ganamos y perdemos en una partida que se desarrolla rápidamente, en su modalidad Clásica, Atlantic City o Super Fun 21, desaparece la necesidad de un ranking. Otros ejemplos incluyen juegos como el bingo, un juego muy, muy fácil de jugar, en el que no tendría mucho sentido la existencia de un sistema de clasificación de jugadores, también por la propia naturaleza del juego.
En resumidas cuentas, el ajedrez es uno de los juegos en los que más peso tienen las clasificaciones de los jugadores. Tanto las federaciones nacionales e internacionales como los portales especializados en el ajedrez en línea apuestan totalmente por los sistemas de clasificación de jugadores. Son importantes por la propia naturaleza competitiva del juego. Resultan fundamentales para determinar quiénes son los mejores jugadores de ajedrez del momento. Este fenómeno se produce también en otros juegos competitivos, como el póker o el tenis, a diferencia de lo que sucede con otros como el blackjack o el bingo. Y tú, ¿prefieres juegos con clasificaciones o sin clasificaciones?